También llamado Masaje Facial Japonés, es un tratamiento de rejuvenecimiento facial, que aporta belleza, salud y luminosidad al rostro. Su eficacia en la prevención y reducción del impacto del tiempo en el rostro consigue frenar el envejecimiento, la aparición de las arrugas, aporta tersura y nutrición a la piel. Por eso, se le denomina  “lifting, sin cirugía”.

Es un masaje rápido y rítmico que estimula el sistema nervioso, mejora la circulación de la sangre y el flujo linfático, consolida y tonifica los músculos y equilibra el flujo de la energía de la cara.

Este tipo de técnica terapéutica, estimula el nervio facial, llega hasta las células de la piel, beneficia y aumenta la circulación sanguínea, distribuye nutrientes y elimina toxinas, impurezas y células muertas de la piel, los músculos subcutáneos y la energía vital.

Ayuda a rejuvenecer y reparar el tejido facial; previene y reduce el impacto del proceso de envejecimiento y libera la energía y la tensión bloqueada en los músculos faciales y del cuello.

Tiene como objetivo producir resultados inmediatos de elevación y firmeza, mejora el flujo sanguíneo, elimina toxinas, el resultado es una piel radiante, tonificada,  luminosa y fresca.

Es muy beneficioso en casos de migrañas, bruxismo, tensiones mandibulares y de cuello etc…