¿Qué decir del Amor?, esta palabra tan usada, tan abusada, tan prostituida y profanada. En nombre del amor se han cometido muchas atrocidades y también se ha perpetuado la vida.
El Amor es un estado de beatitud en el que uno se siente en unidad con la vida. Cuando lo proyectamos hacia los objetos, los animales, las plantas, las personas etc… crea armonía y belleza, crea más amor, se multiplica y crece. Su falta puede destruir países, puede ser motivo de suicidios, asesinatos y muchas más tragedias humanas. Los mayores genios de la historia se han inspirado en el Amor, o en el sufrimiento que provoca la carencia de él.
Todos lo buscamos, ¿por qué? ¿Es que acaso hay un anhelo en el corazón de amar y ser amados? ¿ser cuidados y cuidar? ¿Ser mimados y mimar? ¿Ser importantes o especiales para alguien? ¿Compartir con alguien? ¿Es que acaso lo que compartes cobra más valor en la vida? ¿Es que 1+1 no es igual a 2, sino mucho más que 2?
El amor por uno mismo, el amor por otro ser y el amor y pertenencia a la especie son tres manifestaciones o proyecciones del amor como base fundamental de la vida. En Biodanza la afectividad y la sexualidad son dos de las cinco líneas de vivencia y experimentación que te ayudan a relación-arte contigo mismo y con el otro, a compartir y generar intimidad, de donde brota el placer de vivir y sentirte vivo.
Cuando naces, tu primer vínculo es con la madre, que abraza el ser que sale de sus entrañas. El vínculo afectivo va evolucionando según las experiencias que vives, y afectando directamente al desarrollo del carácter y de la personalidad. Dicen los expertos que los asesinos en serie no han tenido un vínculo con su madre sano y amoroso. ¿Por qué el amor es tan importante en la vida de un ser humano? ¿Por qué su falta genera tanto dolor y sufrimiento? ¿Cómo evoluciona el amor? ¿El deseo y el amor vienen de la esencia humana de la vida? ¿Somos hijos del amor y del deseo?
Si tomamos al amor como una emoción generada desde antes del momento de nacer, o como fuego creador que enciende el deseo entre dos personas para crear vida, podemos decir que también es básica, igual que el miedo. Ambas surgen al unísono, ya que son caras de la misma moneda. El amor evoluciona y toma formas de expresión muy diversas, desde la pulsión animal del deseo, hasta el campo amoroso resonando en dos amantes, o el de los padres por su hijo, o el de un ser humano por sus semejantes, por la especie.
¿Y la falta de amor? ¿Es miedo acaso? Si no amas, o no eres amado, sufres, y si sufres por esa falta de amor, tienes miedo y tu psique construye barreras sumamente contundentes que se levantan en el corazón para no amar, no recibir amor, por miedo a amar y por miedo a ser heridos.
Esas barreras que levantas para “protegerte” también te impiden entregarte al amor. Por un lado es un mecanismo de supervivencia emocional, y por otro es un suicidio emocional. No amas para no ser herido porque duele mucho que no te amen, que te rechacen, que te maltraten, que te humillen, que te mientan etc…En el proceso de amar se mezcla también el de conocerte a ti mismo, ya que el otro funciona como un espejo existencial bárbaro, en el que todos los miedos, inseguridades y desamores se ven reflejados.
Esas barreras o miedos para no amar te hacen infeliz, y buscas la satisfacción en multitud de formas para acercarte a esa sensación de sentirte arropado, querido, amado, apoyado etc …sustituyéndolas por distracciones que solo entretienen, sin llenar el vacío afectivo existencial que tanto necesitas como ser humano.
Cuando alguien no ha sido tocado, abrazado o acariciado a lo largo de su vida, su sistema nervioso periférico y central se estanca, no evoluciona por falta de estimulación. No desarrolla el sistema cenestésico, por lo tanto el placer de sentir el contacto en la piel o en su cuerpo. Todo esto hace que el cerebro deje de registrar toda clase de sensaciones y emociones que te hacen madurar afectivamente y sexualmente. Cuando si se produce ese contacto con la persona que amas, generas endorfinas como señal significativa de placer y bienestar.
Por lo tanto, y a lo largo de la historia de una persona, la falta de amor genera un dolor del que se protege y se comienzan a crear fortalezas por miedo a amar. Y empiezas a amar con temor, por lo tanto no amas en totalidad, sino con desconfianza. Porque cuando amas, te expones a ser herido de nuevo. Abres el corazón a alguien completamente. Y cuando sientes el dolor de la decepción, del desamor, de la traición, del rechazo tu sistema tiende a protegerse, en vez de tomar conciencia del aprendizaje, curar la herida y seguir adelante sin miedo. Aprender a amar sin miedo es levantarse de nuevo de esa circunstancia, sacar la lección que había detrás de ella y abrir, en el momento adecuado, de nuevo el corazón para amar.
Trabajar esta frontera de amar implica derribar la barrera que te impide entregarte al amor, a relacionarte con el otro, contigo mism@, a amarte a ti mism@ permitiéndote ser amado por otro, sentirte merecedor de ser amado, de amar, asumiendo esa necesidad.
Por otro lado, y sabiendo que hay personas que no se permiten sentir el placer por distintos miedos básicos y, por lo tanto, el goce de vivir, de amar, de entregarse etc…trabajar esta frontera significa abrirte a la in-ti-midad (capacidad de estar en-ti-mism@), a la capacidad de sensibilizar tu piel para sentir, para gozar del placer, de ser tocado y deseado, de tocar y desear, se sentirse comestible y en plenitud para enamorarte de la vida en cada instante.
El Proyecto Minotauro te invita a que rompas esas barreras de las que te proteges, que experimentes y vivencies otras formas de vivir el amor que no son dolorosas, para que confíes en ti y en la especie para entregarte, para que te sientas merecedor de gozar de tu existencia amando y siendo amado.
Eres hijo e hija del Amor, vienes de él y te diriges a él, porque eres eso, consciente o inconscientemente lo sabes y lo anhelas. Que el miedo no te impida acceder a ese regalo de vida.
Anímate a vivenciarte en plenitud y goce por ti y por la especie, en profunda y sagrada comunión con todo lo que existe.
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